sábado, 20 de mayo de 2017

UTSM (Ultra-Trail da Serra de São Mamede)



 UTSM (Ultra-Trail da Serra de São Mamede) El UTSM (Ultra-Trail de la Serra de Sao Mamede) tuvo un recorrido de unos 100 km (3800m D +), con comienzo a las 00.00 horas el 20 de mayo de 2017. 

Todos los atletas que se clasifiquen en el Ultra-Trail de la Sierra de São Mamede reciben 4 puntos para el registro en la edición de 2018 del UTMB. A prova terá partida e chegada em Portalegre. La prueba tendrá salida y llegada en Portalegre. 
 




 


Nuestro compañero Javier estuvo en la Ultra consiguiendo un nuevo carrerón quedando primero en su categoría y quinto en la general.

(Crónica de Javier)
Ya en casa, un poco cansado del viaje, pero toca hacer la crónica de la UTSM (Ultra Trail Sao Mamede). La verdad es que desconocía esta ultra hasta hace un par de meses, fue en un entreno con el hermano Álvaro preparando la de Grazalema que conocimos a Antonio Bernal y su familia Trailera y mientras dábamos buena cuenta del bocata en el pico de Las Palomas nos la recomendó y dicho y hecho. Tenía ganas de correr en Portugal, nuestros vecinos, tan cercanos y lejanos y que como he podido comprobar, están viviendo la fiebre del Tráil tanto o más que nosotros (en La Bolsa del corredor había más de 6 ultras en los próximos 3 meses....)
Bueno, centrándome en la prueba, tenía previsto tomármela con calma, se suponía que solo tenía 3500 de positivo en 100 km. De hecho esos eran los datos que aparecían en la web. Con esas dos variables, y la creencia de que era poco técnica y con mucho carril y pista, me planté en la salida, a las 24:00, la hora que en mi humilde opinión mejor se adapta a estos meses de primavera/verano.
Me sorprendió que desde el principio, salvo para salir de Portoalegre, enseguida nos metimos en veredas que pese a lo limitado de la visión del frontal, insinuaban la belleza que después descubrimos al amanecer.
Sospeché que lo de los 3500 + no se ajustaba a la realidad cuando en el km 50 el Garmin ya registraba 3400, y al final salieron 5299. En cuanto a los Km, también había un regalillo de 3 km extra.
Tiene dos cortafuegos impresionantes, (tipo gran capitán de la GVVG) y continuos toboganes. Lo mejoren cuanto al recorrido, que discurre en su mayor parte por veredas limpias para correr rápido.
La organización genial. Resulta increíble que esta Ultra cuando abrió inscripciones solo costaba 30 €. (a mí me costó 60 al hacerlo casi al final del plazo). Por ese precio tienes unos avituallamientos muy completos (en algunos recuerdo que incluso había una plancha cocinando filetes..., sopas como solo los portugueses saben preparar, súper
contundentes, y lo habitual de cualquier Ultra. Entre las tres pruebas (100, 50 y 25 km) apenas superan los 1200 corredores, 500 en la Ultra.

El balizado también me sorprendió en positivo, pues no solo tenían los típicos lazos sino que añadieron pequeñas pegatinas reflejantes y pinturas en el suelo. Todo en su sitio, y era fundamental, pues constantemente el recorrido se salía del "guion" que marcaban otras veredas y caminos para meternos en zonas más técnicas, vadeo de ríos, cruzar praderas, etc.
Bueno, una vez más me voy enrollando y al final esto más que una crónica parecen mis memorias.
Una vez más disfrute de la montaña de la forma que más me gusta, con una distancia que te permite enfrentarte a ella con calma y perspectiva. Hacía tiempo que no afrontaba una ultra sin compañía. Por supuesto eché de menos a mis hermanos, pero no vino mal volver a ser lobo solitario y luchar contra uno mismo.
Intenté ir de menos a más, y no me fue mal. En el avituallamiento del km 62 me dijeron que iba quinto de la general, y eso me empujó a seguir, aprovechando para apretar en las subidas trotando cuando veía que el resto andaba. También fue una motivación extra pasar por la salida de la corta de 25 antes de que salieran (km 75), y recibir el aplauso y los ánimos de los corredores que aguardaban.
El calor iba apretando y acerté en dejar mochila en el km 62, lo que perdí en tiempo, lo gané en cambiarme y soltar frontal, corta vientos, etc.
Como siempre, a medida que se aproxima el final, las fuerzas surgen no ya del músculo sino que la cabeza toma el control y te empuja a seguir. Ya visualizando el estadio de donde habíamos partido, a unos 2 km aproximadamente, se me acercó otro corredor, creí que era de la Ultra (no me fijé en el dorsal), y apreté aún más. Conseguí entrar por delante, y después al ver la clasificación comprobé que era de la 50 km, (lo que explicaba lo fuerte que venía.....)
Entré por tanto quinto de la general y primero de categoría.
Desde que me dijeron la posición el objetivo era intentar regalarle a mi familia un pódium, pues esta vez habíamos viajado los cuatro y me estaban esperando en meta. Esa era mi ilusión, y estoy muy satisfecho de haberlo conseguido.
Lo dicho, una Ultra muy recomendable, para tenerla en cuenta.
Gracias Antonio Bernal González por la recomendación, a mis hermanos de la montaña por estar ahí, a los compañeros/as de mi club Tráil Camaleón, y sobre todo y una vez más, a mi familia por estar siempre a mi lado.
Salud y montaña.







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